miércoles, 17 de abril de 2013

Armónicos planetarios según John E. Greig


Astrología y armónicos planetarios
John E. Greig


Publicado por The Astrological Association y John E. Greig.
Impreso por David Watt & Sons Ltd., Dunfermline, Scotland.
Astrological Association ISBN Nº 0-9502658-4-5
John E. Greig ISBN Nº 0-9506762-0-9


AGRADECIMIENTOS

        Quiero dar las gracias a John Addey por su prefacio para este folleto y por la inspiración que sus escritos me han dado, así como por la acogida que tanto él como Charles Harvey han dispensado a los conceptos básicos de armónicos planetarios y por sus posteriores sugerencias y estímulo. Estoy asimismo en deuda con los miembros de la Asociación Astrológica Escocesa, en Edimburgo, quienes, sin saber exactamente lo que estaba haciendo, me brindaron su total apoyo, y con quienes me han ayudado a mecanografiar los manuscritos. 


CONTENIDOS

PREFACIO de John Addey. 

Capítulo 1. Cartas de armónicos planetarios. Su cálculo y aplicación 
Capítulo 2. El Sol, la Luna, los planetas, Ascendente y M.C. Regentes 
Capítulo 3. Aspectos y patrones de aspecto. Interpretación y guía 
Capítulo 4. Aplicaciones y usos potenciales. Gemelos, sinastría, tránsitos, astrología mundana 

Apéndice I. Múltiplos de 360 y longitud absoluta de los signos 
Apéndice II. Cartas armónicas planetarias de Hellen Séller 
Apéndice III. Datos de nacimiento y aspectos natales 
Apéndice IV. Otra muestra de cartas armónicas planetarias 


PREFACIO

        La segunda mitad del siglo XX ha visto a la astrología emprender un periodo de reevaluación. Este ha sido gradual al principio, pero el proceso parece estar cobrando impulso. Sería bueno revisar viejos conceptos; no pueden ser todos igualmente válidos e igualmente útiles. Los indicios sugieren que algunos son buenos mientras que otros constituyen distorsiones o simplificaciones excesivas de los verdaderos principios. 

        También deberíamos analizar los nuevos conceptos que, a menudo, aunque no siempre, resultan ser viejos perros con nuevos collares. 

        Cualquiera que comprende la astrología sabe (tanto si se da cuenta y admite el hecho como si no) que está construida sobre principios armónicos y la más clara visión de estos principios que está surgiendo nos proporciona nuevas perspectivas del asunto y, de paso, nos permite entender y reavivar algunas de las más antiguas tradiciones que durante mucho tiempo habían caído en desuso. 

        En este folleto John Greig revela un nuevo aspecto de la concepción armónica y aporta un caso para su aplicación. (es algo semejante al 'arco de transformación', idea ya sugerida por James Williamson, aunque a John Greig se le ocurrió de manera bastante independiente). Esta aplicación conlleva el tratamiento de la longitud de cada planeta como una fracción de todo el círculo, no importa lo "fragmentaria" que sea, y la transformación de todas las posiciones planetarias por este incremento hasta ver la carta específicamente en términos de ese principio planetario. 

        Este es un procedimiento perfectamente aceptable, simbólicamente hablando, que ya cuenta con buenos precedentes en la práctica astrológica. El valor de llamar la atención sobre ideas como ésta reside en que nos permite probar una aplicación especial para ver cómo funciona en la práctica y que valor puede tener en la interpretación. 

        El inconveniente es que se lanza una 'nueva técnica' más en una situación ya saturada de tales cosas. Pero no hay que preocuparse demasiado por esto; quienes no gustan de experimentar con nuevas ideas pueden dejar ésta de lado, quienes sí lo hacen pueden probarla. Si resulta ser de valor definitivo, quienes la ignoraron al principio estarán contentos de disponer de ella más tarde cuando haya demostrado su eficacia. 

        No puedo decir cuál será el veredicto final pero John Greig presenta su caso convincentemente y me alegra recomendar este pequeño libro a quienes piensan que nuestra astrología actual puede no ser perfecta y están dispuestos a examinar algo que puede demostrar su utilidad en la práctica. 

JOHN ADDEY 
Octubre 1979 


Capítulo 1 (fragmento)

Armónicos planetarios

      El uso de armónicos en astrología iniciado por John Addey se basa en la idea de que una carta natal puede tener armónicos de la misma manera que una vibración en una cuerda de violín produce al pulsarla una nota musical compuesta de varios armónicos. En astrología, el círculo zodiacal de 360º se divide por un número para producir un armónico determinado. El tercer armónico resulta de dividir el círculo por tres, el quinto por cinco y así sucesivamente. Estos armónicos revelan subritmos de una carta natal que pueden usarse para ampliar las posibilidades de interpretación y descubrir capacidades en el individuo que forman parte de su constitución tanto como aquellas discernibles en su carta natal. En teoría se pueden calcular cartas armónicas para cualquier número y su interpretación dependerá del significado simbólico del número utilizado. El número dos sugiere polaridad, masculino/femenino, positivo/negativo, de modo que parece indicar "la potencialidad para la manifestación", y el número siete "el sentido del todo detrás de las partes... la receptividad a la inspiración... la chispa que se enciende, como Charles Harvey y John Addey sugieren. El método de cálculo de una carta armónica es muy simple una vez que la mecánica se ha dominado. Todas las posiciones en la carta natal se multiplican por el número que se desea investigar, reduciendo por debajo de 360º, si fuera necesario. Con estas nuevas posiciones se levanta una carta armónica. 

Cartas armónicas y puntos medios

        Lo que parece surgir cuando consideramos una carta armónica son indicaciones de cómo opera un individuo en áreas obviamente no cubiertas por la carta natal, siempre que tengamos ojos para verlo. Una carta del quinto armónico, por ejemplo, parece revelar qué clase de mente y poder de creación tiene el nativo en una forma que la carta natal no mostraría. Por lo tanto, parece ser un método de elucidar principios abstractos o potenciales más profundos que hay en el momento del nacimiento, pero que sólo pueden ser claramente percibidos mirando debajo de la superficie de la carta natal. 

        Por otra parte, y para muchos el más inmediatamente práctico uso de armónicos en astrología, porque no depende del simbolismo de los números para su aplicación, es el cálculo de cartas armónicas basadas en el año de vida de un individuo, obtenidas por multiplicación de todas las posiciones natales por el año de vida que uno desea examinar y elaboración de una carta basada sobre las posiciones así producidas. Este tipo de carta armónica proporciona un sistema poderoso y válido de direcciones para el año en cuestión mucho más explícito y rico en detalles que el examen de sólo las progresiones para ese año. 

        Otra técnica nueva disponible para los astrólogos modernos es la de los puntos medios, la cual parece complementarse con los principios más abstractos introducidos en las cartas armónicas destacando la actividad de los planetas en la carta natal y enlazándolos en un nuevo estilo. Los astrólogos siempre han tenido una especie de punto medio virtual presente en la carta natal cuando tres planetas se aspectan estrechamente unos a otros, como en el caso de un planeta en sextil cerrado con otros dos planetas que forman trígono entre sí; o en una T-cuadrada donde un planeta está en estrecha cuadratura con otros dos planetas en oposición; o cuando un planeta está en semisextil con otros dos a ambos lados de él. La teoría de los puntos medios, sin embargo, postula la existencia de áreas de grados sensitivos a lo largo de los 360° del zodíaco a medio camino entre cualesquiera dos planetas o puntos sensibles. Un planeta natal en contacto con uno de estos puntos medios, ya sea por conjunción o por cualquier otro aspecto forma un complejo planetario que atañe a tres planetas y admite una interpretación especial, de acuerdo con las convicciones del astrólogo alemán Rheinhold Ebertin. 

Cartas de armónicos planetarios

        Por algún motivo puramente personal, siempre he experimentado una cierta resistencia a utilizar esta técnica, quizás porque parece exigir un tipo de esfuerzo especial que no concuerda con mi temperamento, aunque sabía que otros estaban obteniendo interesantes e iluminadores resultados con ella. Con esto en mente, yo jugaba con la idea de encontrar otro método de estudiar los planetas en detalle, ya que ésta parecía ser la principal carencia entre las herramientas astrológicas que tenía a mi disposición, (con excepción tal vez de un método fiable de rectificación). De alguna manera surgió la idea de que no había razón por la que no debiera considerar una posición planetaria como indicadora de un armónico particular con el que el planeta "vibraría" en el círculo zodiacal. Así, un planeta a 22° de Leo "vibraba" con el armónico relacionado con la posición de 22° de Leo en ese círculo. Parece lógico que dividir los 360° del círculo por esta posición en longitud absoluta produciría el armónico de 22° de Leo y un planeta en esta posición estaría, por tanto, en "vibración" con ese armónico. Evidentemente, aplicando los principios de los armónicos en astrología, por multiplicación de otras posiciones en una carta por este armónico, se debería en teoría poder producir un nuevo tipo de carta armónica que muestre cómo los planetas, etc. en una carta natal "vibraban" de cuerdo con el armónico de un planeta a 22° de Leo, al igual que en las cartas armónicas de John Addey se podía estudiar cómo los planetas "vibraban" con un número determinado. 

        Los resultados fueron inmediatos y sorprendentes. De repente me pareció haber encontrado un método de desvelamiento de las energías y funciones planetarias en cuanto operan como principios separados y al mismo tiempo cómo cooperan en un modo o área de función planetaria particular. Pude mirar la Luna, por ejemplo, y ver exactamente cómo funcionaba en conjunto y también cómo respondían los otros planetas cuando actuaban en un modo o contexto lunar. Lo que yo había producido, en efecto, era una carta armónica planetaria basada en el número armónico planetario obtenido dividiendo 360° por la posición de un planeta u otro punto sensitivo de la carta sobre ese círculo; un número armónico muy individual no relacionado con el simbolismo de los números, pero derivado de la propia carta natal. 

Cálculo

       Para dejar esto en claro, el procedimiento es como sigue:

       360° / posición del planeta en longitud absoluta = número armónico planetario de ese planeta.
       La posición de otro planeta en longitud absoluta multiplicada por el número armónico planetario = posición armónica del nuevo planeta.(Si el resultado supera los 360°, restar 360° tantas veces como sea necesario). 

John E. Greig

Véase también: 
Armónicos planetarios, una exposición didáctica, razonada, ampliada y crítica.
Armónicos planetarios en acción, aplicaciones prácticas.
Cadencias microcósmicas, una contextualización de los armónicos planetarios dentro de un conjunto de técnicas relacionadas.




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