miércoles, 13 de agosto de 2014

La matanza de la isla de Utoya contada de otra manera

Un ejercicio de astrología integradora



La astrología tiene muchas dimensiones y ni siquiera restringiéndonos al modelo más simple de carta natal utilizado mayoritariamente en el mundo actual occidental —el modelo geocéntrico con zodiaco tropical— podremos nunca agotar todas sus posibilidades de interpretación. Pero esto no quiere decir que en una carta geocéntrica tropical podamos encontrar cualquier cosa, ni tampoco en ningún otro modelo alternativo o complementario de carta astral que decidamos usar. Cada modelo nos ofrece algo que los otros no nos pueden dar. Por eso, a medida que desarrollemos aptitudes para combinar sabiamente diferentes modelos y técnicas sin perdernos en un laberinto inextricable, estaremos cada vez en mejores condiciones para formarnos una idea de conjunto adecuada y tendremos más oportunidades de comprender las particularidades más específicas de una persona o de una situación a través de la astrología.

Voy a revisar en este artículo un caso del que ya me ocupé hace tiempo, la matanza de 69 personas en la isla noruega de Utoya y de otras 8 en Oslo, sólo un par de horas antes, perpetrada por Anders Behring Breivik, el 22 de julio de 2011. En la premura de un análisis de urgencia, con la noticia todavía caliente y sin que hubiera trascendido aún la hora de nacimiento de este asesino múltiple, mi comentario de entonces estuvo necesariamente limitado por la escasa información disponible (Sangra Noruega. Algunos hilos de la tragedia). Pero ahora que ya hay una hora de nacimiento publicada (Astro-databank/Anders Breivik) podemos poner en juego más recursos para afinar el análisis.


1. Carta geocéntrica tropical

La carta natal geocéntrica con zodíaco tropical y casas topocéntricas se muestra en la figura 1.



Figura 1
Anders Behring Breivik
Carta natal geocéntrica tropical

El Ascendente está en el signo de Cáncer y la Luna, su regente tradicional, está en Virgo, en la casa IV, en conjunción con Saturno y en trígono con Venus. Esta Luna es uno de los grandes protagonistas del tema, no sólo por los aspectos señalados, sino por las relaciones colaterales que establece a partir de las ramificaciones derivadas de sus nodos y sus ápsides, como enseguida veremos. La Luna siempre nos dice algo acerca de la madre y más aún cuando está en la casa IV o en la casa X. La conjunción de la Luna con Saturno en la casa IV anuncia problemas con la madre en el entorno familiar de la primera infancia o al final de la vida, pero como la madre falleció en 2013 debemos buscar información sobre las relaciones entre ambos durante los primeros años de la vida de Anders. Nos enteramos por un artículo aparecido en The telegraph (7/10/2012) que cuando Anders contaba sólo cuatro años de edad mantenía relaciones al mismo tiempo intensas y difíciles con su madre, que dormía con ella en la misma cama en estrecha proximidad física, que se mostraba dependiente, nervioso e hiperactivo, que, a pesar de su corta edad, su madre había expresado ya su preocupación de que el niño pudiera atacar violentamente a alguien, y que se había visto obligada a golpearle para ejercer algún control, sin más resultado que una sonrisa burlona por parte del niño. Se dice que la madre llegó a decirle a su hijo, en repetidas ocasiones, que deseaba que él estuviera muerto. También se afirma que la madre ya sintió que el niño era agresivo, hiperactivo y "pegajoso" cuando lo estaba amamantando. Por otra parte, parece ser que los vecinos se quejaban del comportamiento sexual inapropiado de la madre, de su lenguaje "sexualizado", de que en su apartamento había frecuentes discusiones, de que se producían escenas sexuales en presencia de los niños y de que ella había "sexualizado" a su hijo. Los informes psicológicos hablan de que la madre tuvo una infancia extremadamente difícil, que tenía una personalidad límite, una mal disimulada depresión y que proyectaba sus fantasías sexuales y agresivas sobre su hijo, al que tan pronto hablaba con dulzura como manifestaba abiertamente un deseo de muerte. No sabemos cuánto hay de verdad y cuánto de sensacionalismo en este artículo, pero podemos entender que una situación parecida a esta se refleja en los indicadores astrológicos de la carta natal.

Una madre depresiva encaja perfectamente con la conjunción de la Luna con Saturno. También  encaja aquí una madre castradora, controladora o punitiva y, ciertamente, ella intentó ejercer el control primero por la fuerza y después, al fracasar eso, tratando de culpabilizar al niño y haciéndole sentir su profundo rechazo. Por otra parte, le hablaba con dulzura y, de alguna manera, coqueteaba con él, y por esta vía se expresa el trígono de Venus a la Luna. Pero también se ha dicho que la madre proyectaba sus propias fantasías agresivas y sexuales sobre su hijo, ¿de dónde viene esto? De la Luna también, pero a través de sus ápsides, más conocidas en el lenguaje astrológico como Lilith y Príapo. En la figura 1 podemos ver a Lilith en sus dos posiciones, la llamada Lilith media (13º 47' de Leo), que es la abstracción matemática del movimiento medio constante y directo del apogeo de la Luna, y la llamada Lilith verdadera (19º 01' de Leo) que resulta del cálculo del movimiento astronómico real y oscilante de ese mismo apogeo. Frente a ella está siempre Príapo, que no aparece representado en la carta de la figura 1, porque el programa usado en este caso (ZET 9 Lite) no lo incluye, pero el programa Armon* lo sitúa en 18º 52' de Acuario.
* Las posiciones de Lilith y de Príapo que aparecen en los programas Kepler y Armon de Miguel García no son ni la media ni la verdadera, sino las que él llama "posiciones corregidas". Para una explicación de las bases astronómicas y matemáticas de ese cálculo véase Miguel García, Realidad y ficción astronómica de Lilith, en "Suite Armónica", pp. 29-37, Cuadernos de Investigación Astrológica, nº 6. Ramses Ediciones, 1997. 
Como me ha sucedido otras veces, en el cielo del momento en que me decido a estudiar una carta natal hay algo que conecta directamente con esa carta. Esta vez, después de tres años de no ocuparme de la carta natal de Breivik, sentí el deseo de retomarla el mismo día en que se producía la superluna (10 de agosto de 2014), que es la coincidencia de la luna llena con el perigeo lunar (Príapo), y casualmente esta luna llena se ha dado en el grado 18 de Acuario, el mismo grado ocupado por Príapo y por Marte en la carta natal de Breivik.

Los ápsides de la Luna no afectan sólo a ésta, sino también a cualquier otro planeta que se cruce en su camino, como he podido comprobar de manera inequívoca a través de una investigación estadística de más de diez mil casos de personas arrestadas por la policía, de la que di un avance en mi artículo Astrología y delincuencia. Príapo, en concreto, es el punto de la órbita de la Luna más próximo a la Tierra. Como la Luna se vincula con las emociones, Príapo se constituye en un amplificador de emociones, de tal manera que las emociones relacionadas con cualquier planeta que se sitúe cerca de ese punto quedarán sobredimensionadas. En el caso de Breivik, Marte está extraordinariamente cerca de Príapo, y como las emociones típicas de Marte son la ira, la hostilidad, la rabia, la competitividad, ... todas las cosas de este estilo pueden acumularse hasta quedar fuera de control. Para colmo, Marte está en cuadratura con Urano, acentuando el nerviosismo, la impaciencia y la hiperactividad, y en trígono con Plutón, un temible aliado que puede dirigir toda esa rabia hacia los objetivos más destructivos. Además, Marte está en la casa IX, la casa de la religión y de los extranjeros, y no debemos olvidar que Breivik alegó, como justificación de la masacre que llevó a cabo, la necesidad de llamar la atención sobre el peligro de la inmigración islamista en Europa. Hostilidad hacia los extranjeros, religiosidad militante, guerras de religión, batallas filosóficas o ideológicas, son varias posibilidades de interpretación de un Marte exacerbado en la casa IX. Breivik, tras pasar algún tiempo vinculado a sociedades masónicas, fundó su propia Orden de Caballeros Templarios, con el objetivo de emprender una defensa del cristianismo europeo, una nueva cruzada contra el Islam. El liderazgo religioso, que él pretendía asumir, es otra forma de concretar un Marte en casa IX.

Príapo a menudo es usado con el propósito de compensar una carencia. Se exagera su lado de la carta, porque en el lado contrario está Lilith, el punto de la órbita de la Luna más alejado de la Tierra, el lugar en el que las emociones no alcanzan la temperatura suficiente, la empatía disminuye, se experimenta un vacío, un desapego, un alejamiento, un "distanciamiento de la tribu y de sus normas", de los vínculos familiares, de las costumbres.

Breivik tiene Lilith en la casa III, el sector de los hermanos, y, en efecto, los vínculos con sus hermanos son muy débiles, porque ninguno de ellos comparte con él a la vez padre y madre. Tres hermanos son hijos de su padre, pero no de su madre, y otra hermana es hija de su madre, pero no de su padre. Todo esto conforma una familia desestructurada a consecuencia del hecho de que sus padres se separaron cuando él tenía sólo un año de edad. Por tanto, su madre tiene que asumir la doble responsabilidad de hacer de madre y de padre a la vez (Luna-Saturno). Hay, por tanto, una carencia afectiva en su entorno inmediato (casa III), sus hermanos no están ahí para jugar con él, para formar vínculos fraternales, para acompañarle y protegerle frente a los extraños, para hacerle sentir su pertenencia a un clan, algo especialmente dramático para alguien con ascendente en Cáncer y Luna en casa IV. A su padre, que se había trasladado a París, lo visitaba en los veranos, hasta que a los 15 años discutió fuertemente con él y no se volvieron a ver. Tenía una cuenta pendiente con su padre, y esta puede ser una de las claves para entender todo lo que pasó.

Como hemos visto, Breivik dijo que con su macabra acción había pretendido despertar a la población sobre el peligro del avance del islamismo en Europa. Pero entonces ¿por qué no atacó una mezquita o un lugar de reunión de inmigrantes?, ¿por qué se cebó con sus propios compatriotas? Su propia explicación de esto fue que las leyes de inmigración del partido laborista en el gobierno eran demasiado blandas, y que por eso dirigió su ataque hacia miembros del partido laborista. Posiblemente esto era lo que él pensaba que estaba haciendo realmente, pero por debajo de los motivos manifiestos de nuestras acciones suele haber motivos ocultos, inconscientes, de los que los primeros son un simple disfraz, un bonito vestido para guardar las apariencias ante los demás y para poder soportar nuestra propia presencia ante el espejo.

El inconsciente tiende a identificar con el padre cualquier figura masculina de autoridad. Jens Stoltenberg, Primer ministro de Noruega y presidente del Partido Laborista, partido instalado en el gobierno de la nación desde 1927 hasta la actualidad, es la máxima figura de autoridad en el país. Contra él va dirigido el primer ataque, porque la bomba que hizo estallar dos horas antes de la matanza de la isla de Utoya, fue colocada junto al despacho de Jens Stoltenberg. Inmediatamente después se dirige a la isla, donde se está celebrando una reunión de las juventudes laboristas, y escenifica la cacería que acaba con la vida de 69 personas, la mayoría adolescentes. Si el presidente de la nación se constituye en símbolo del padre y, por ese camino, se convierte en objetivo visible del resentimiento acumulado contra el padre, los "cachorros" laboristas, destinados a continuar el trabajo del "presidente-padre", se constituyen en símbolos de los hijos del padre, es decir, de los hermanos que su padre tuvo con otra mujer, y eso los convierte en objetivo visible del resentimiento acumulado hacia sus medio hermanos. Lo que inconscientemente se propuso Breivik fue castigar al padre por sus "leyes blandas sobre inmigración", es decir, por permitir que los hijos de otras madres-patrias (sus medio hermanos) se instalen bajo el techo de su propia madre-patria. Castiga al padre por haberlos abandonado a él y a su madre, pero no a sus otros hijos. Y hace todo esto de una manera desenfocada y desproporcionada (Lilith-Príapo-Marte), sobre el objetivo equivocado y fuera de toda medida.


2. Carta dracónica y nodos

La Luna es como un pulpo que tiene muchos brazos y se sumerge en las profundidades del inconsciente por varios caminos. Dos de esos brazos son sus ápsides, de los que nos hemos ocupado ya, pero también están sus nodos, que son algo más que otro par de brazos, son la puerta de entrada a la carta dracónica. 

En la carta natal de Anders B. Breivik el eje de los nodos se sitúa en las casas IV y X, cargando todavía más las tintas sobre las cuestiones relacionadas con los padres, el hogar y la patria. El nodo norte está, además, en conjunción con Saturno y con la propia Luna.

Podemos suponer que, puesto que los nodos son los puntos de intersección entre la órbita de la Luna y la órbita aparente del Sol en torno a la Tierra, los lugares cercanos a estos puntos son zonas de encuentro entre lo consciente y racional (plano solar) y lo inconsciente y emocional (plano lunar), zonas de desarrollo preferente para eso que se ha dado en llamar "inteligencia emocional" y que quizás hubiera sido más exacto llamar "emotividad inteligente", zonas de contacto entre los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho o entre el hipocampo (que registra hechos) y la amígdala (que almacena emociones ligadas a hechos). 

Los nodos de la Luna añaden una carga afectiva suplementaria a los planetas situados en sus inmediaciones, de modo que los asuntos ligados con ellos arraigan profundamente en la memoria subconsciente y desde allí guían o interfieren, según los casos, la actividad consciente y racional durante mucho tiempo. En la carta de Breivik, el nodo norte junto a Saturno y la Luna le da aún más protagonismo a esta conjunción y la sumerge todavía más en las brumas donde se cruzan lo consciente con lo inconsciente, lo que se comprende con lo que no se comprende, lo maduro con lo infantil, todo lo cual conduce al empeño por dar una interpretación de apariencia racional y adulta a un comportamiento cuya base es emocional e infantil. 

El nodo norte de la Luna sirve también como punto de inicio o cero de Aries del llamado "zodiaco dracónico". Al recalcular la carta de esta manera y superponerla sobre la carta tropical se obtienen valiosos indicios de la distribución de las cargas emocionales. Las figuras 2 y 3 muestran esta superposición de las dos cartas, alternando sus posiciones para que se aprecie mejor como cada una de las dos cartas encaja en la estructura de casas de la otra.



Figura 2
Anders Behring Breivik
Carta tropical (rueda interna) y dracónica (rueda externa)
Sólo se muestran aquí las cúspides tropicales de las casas.

La figura 2 muestra en su parte interna la misma carta natal de la figura 1 y en la parte externa las posiciones dracónicas de los planetas. Se puede pensar también en estas posiciones dracónicas de los planetas como si fueran partes árabes, porque siguen la misma lógica y el mismo estilo de cálculo que esos puntos. En ambos casos se trata de reproducciones de ángulos. Así, por ejemplo, si en un nacimiento diurno hacemos girar el ángulo Sol-Luna hasta que el Sol coincida con el Ascendente, la nueva posición de la Luna será llamada "Parte de la Fortuna". Y si hacemos girar el ángulo Punto Vernal-Sol hasta que el Punto Vernal coincida con el Nodo norte de la Luna, la nueva posición del Sol será el Sol dracónico. Esto funciona porque todos los ángulos iguales entran en resonancia con un mismo armónico.

En la figura 2 vemos que el Medio Cielo dracónico aparece en la misma posición que Saturno tropical, ambos a 11º de Virgo. Lo que sucede es que el ángulo Punto Vernal-Saturno es el mismo que el ángulo Nodo Norte-Medio Cielo y esta circunstancia pone a ambos ángulos en resonancia. Saturno y el MC tienen un vínculo que no habíamos detectado antes, pero ahora la carta dracónica nos lo ha revelado. No obstante, debemos tener en cuenta que la carta no ha sido rectificada, lo que significa que el MC pudiera estar en realidad uno o dos grados antes o después del lugar aquí mostrado, tal vez más cerca de la Luna tropical que de Saturno, o en medio de los dos. En cualquier caso, concediendo unos cuantos grados de orbe, vemos que, por medio de estas cartas, el grupo dracónico Príapo-Marte-Sol-Mercurio-MC se superpone a la conjunción tropical Luna-Saturno y toma de ella su motivación profunda y su alimento emocional. Las raices del comportamiento violento de Breivik están en realidad en la conjunción Luna-Saturno y en la casa IV, aunque las circunstancias ofrecen una salida más fácil a la furia de Marte-Príapo a través de la casa IX.

En la figura 3 se aprecia con más claridad la importancia de todo este grupo de planetas superpuestos, porque ahí se les ve encaramarse al punto más elevado de la carta, en torno al MC.


Figura 3
Anders Behring Breivik
Carta dracónica (rueda interna) y tropical (rueda externa)
Sólo se muestran aquí las cúspides dracónicas de las casas.

La madre castradora (Saturno-Luna) desde esa posición de influencia (MC) sobre la identidad profunda (Sol-Mercurio-Marte dracónicos) menoscaba sistemáticamente la autoestima del niño: "no eres lo bastante bueno", "sería mejor que estuvieras muerto". Sin embargo, el análisis psiquiátrico que se le efectuó a Breivik para determinar si debía entrar en la cárcel o en una institución para enfermos mentales determinó que era "normal" y que sólo padecía de un fuerte narcisismo. Sin duda, una persona con Júpiter en Leo y Marte exacerbado por Príapo y en conjunción al Sol puede ser narcisista, pero estas tendencias se exageran como compensación de la baja autoestima generada por la Luna a través de Saturno y Lilith. El niño se siente rechazado por su madre, pero también por su padre, que le abandona y —probablemente porque la madre le predispone contra el padre— acaba cargando a este último con toda la responsabilidad de la situación. 

Sin embargo, todo esto es demasiado doloroso para aceptarlo abiertamente y opta por protegerse mediante lo que el psicoanálisis denominó "mecanismos de defensa del Yo". La situación es sublimada bajo la forma de ideales nacionalistas y religiosos y la hostilidad hacia el padre y los hermanos es desviada hacia los laboristas y los inmigrantes. Ya tenía sus chivos expiatorios, ahora sólo faltaba planificar cuidadosamente la venganza. Pero la bomba de relojería no se sincronizó con la carta dracónica ni con la tropical. Fue conectada directamente con la carta heliocéntrica, con una precisión sobrecogedora.


3. Carta heliocéntrica y tránsitos

Una carta heliocéntrica representa las posiciones de los planetas para un momento dado en relación al Sol, que es ubicado en el centro de la carta. El Sol envía sus rayos en todas direcciones y alcanza con su luz a todos los cuerpos opacos que giran en torno a él, de tal manera que todos los planetas muestran siempre al Sol aquella mitad de su esfera que está totalmente iluminada. De este modo, al Sol nada se le oculta, para él nada hay oscuro, excepto, claro está, en las raras ocasiones en que un planeta eclipsa a otro. 

De alguna manera que aún está por aclarar, fenómenos físicos medidos en la Tierra, como la transmisión de ondas de radio o el funcionamiento de una central nuclear, responden a los aspectos heliocéntricos de los planetas del sistema solar. Y, lo que es más importante para nosotros, también los seres humanos responden a sus cartas heliocéntricas de nacimiento y a las posiciones heliocéntricas de los planetas en tránsito.

La figura 4 muestra la carta natal heliocéntrica de Anders B. Breivik, acomodada sobre un zodíaco tropical y un sistema de casas topocéntricas. Puesto que el zodiaco tropical se define a partir del ángulo de inclinación del eje terrestre sobre el plano de la órbita de la Tierra y las casas se calculan a partir de las coordenadas geográficas del lugar de nacimiento, a primera vista parece una inconsistencia incluir todo eso en una carta centrada en el Sol. Efectivamente es una inconsistencia, pero, a pesar de eso, las cartas construídas con esta mezcla de elementos geocéntricos y heliocéntricos están avaladas por la experiencia, probablemente porque no podemos "digerir" completamente las posiciones heliocéntricas de los planetas si no las hacemos pasar por el "estómago" de la esfera sublunar. No me refiero a que el astrólogo no sepa muy bien qué hacer con una carta que tenga sólo aspectos y carezca de casas y de un zodiaco, sino a que de hecho los factores geocéntricos y heliocéntricos interactúan entre sí.



Figura 4
Anders Behring Breivik
Carta natal heliocéntrica tropical

Con estos añadidos, las cartas geocéntricas y heliocéntricas acaban siendo muy similares. En el caso de Breivik, las principales diferencias son dos. Mercurio ha pasado de Acuario a Piscis y de la casa IX a la X y ha formado una oposición con Saturno. Y Venus ha pasado de Capricornio a Libra y de la casa VI a la V y ha formado una conjunción con Plutón. El nuevo aspecto de Mercurio con Saturno puede hacer a la mente más disciplinada, pero también más inclinada a los pensamientos negativos, más crítica y consciente de las limitaciones de cada persona o cosa y de los inconvenientes de cada situación, y bastante más desconfiada. El nuevo aspecto de Venus con Plutón puede añadir intensidad a las relaciones, pero también conducirlas a situaciones obsesivas de control y manipulación, de posesión y celos, de luchas de poder y conflictos al límite de vida o muerte.

La figura 5 combina en una rueda doble las cartas natales geocéntrica y heliocéntrica, para facilitar la comparación. Vemos que Saturno heliocéntrico queda en el mismo grado que la Luna geocéntrica, lo que intensifica aún más todo lo que ya se ha dicho de la conjunción geocéntrica Saturno-Luna y convierte a Saturno en el emisario de la Luna a través de la carta heliocéntrica y sus tránsitos.


Figura 5
Anders Behring Breivik
Carta geocéntrica (rueda interna) y heliocéntrica (rueda externa)

En la figura 6 se muestran los tránsitos heliocéntricos para el momento en que se calcula que comenzó la matanza en la isla de Utoya, las 17:26 del 22 de julio de 2011. Varios planetas transitan muy cerca de cúspides de casas natales: Neptuno sobre el MC, Urano en cúspide de XI, Marte en cúspide de XII y Venus cerca del Ascendente, desde la XII. Además, hay varios aspectos por debajo de un grado de orbe: un sextil de Plutón a Mercurio (0º 13'), otro de Saturno a Neptuno (0º 57'), un quintil de Saturno a Júpiter (0º 10'), otro de Júpiter a Marte (0º 29'), otro más de la Tierra a Urano (0º 25'), una semicuadratura de Mercurio a Venus (0º 36') y un semisextil de Saturno a Urano (0º 27'). Pero por encima de todo eso tenemos una excepcional conjunción de Saturno a Plutón exacta a más no poder (0º 00'). 


Figura 6
Anders Behring Breivik
Tránsitos heliocéntricos (22/07/2011)

Saturno es el planeta más directamente relacionado con la muerte en los textos astrológicos antiguos, porque es frio y seco, y cuando un animal muere inmediatamente se enfría y se seca. Además, en este caso es regente de la casa VIII. Plutón, planeta que la astrología moderna ha asociado también con la muerte, es el planeta de la venganza. 

Unas dos horas antes de que se desencadenara la matanza en la isla, había hecho explosión la bomba colocada en Oslo, por lo que el derramamiento de sangre comenzó hacia las 15:27 y no se detuvo hasta tres horas después. El tránsito heliocéntrico de conjunción de Saturno a Plutón fue exacto al minuto de arco durante todo el día, pero hacia las 17:00, justo en medio de toda la operación asesina, fue exacto hasta precisión de segundos de arco (orbe 0º 00' 00"). La bomba de relojería sincronizada con este tránsito heliocéntrico funcionó, por desgracia, del modo más perfecto posible. Si en lugar de las posiciones heliocéntricas de los planetas miramos sus posiciones geocéntricas encontramos este mismo tránsito, pero con un orbe de 7º 22', que no alcanzaría la exactitud hasta tres meses después.

Hemos visto que en la carta natal de Breivik Saturno heliocéntrico se vincula con la Luna geocéntrica, porque ambos ocupan el mismo grado. Esa Luna es el punto a través del cual Saturno heliocéntrico arraiga en la Tierra, su raíz motivacional en relación con los asuntos mundanos. Por tanto, el origen de la manifestación concreta que tomó este tránsito hay que buscarlo en esa Luna, es decir, en su madre y en su infancia. Y para entender algo de lo que pasó y por qué pasó cuando pasó hay que seguir de cerca todo el ciclo de Saturno. 

El periodo de revolución de Saturno en torno al Sol se acerca a los 29 años y medio. Cuando Breivik tenía más o menos esa edad (concretamente el 10 de julio de 2008) experimentó su primera revolución heliocéntrica de Saturno y la única que ha vivido hasta ahora. Desde la fecha de esa revolución hasta el día de la masacre transcurrieron tres años. En esos tres años Saturno ha recorrido la distancia que va desde la misma posición que tenía en el nacimiento hasta la posición que tenía Plutón, una distancia de 37 grados y medio, exactamente un signo y cuarto —un detalle que tiene su importancia, como veremos después, pero que por ahora no nos interesa. Lo más importante es que Saturno se movió en los tres años anteriores a la matanza por la misma zona en que lo hizo en los tres primeros años de la vida de Breivik, razón por la cual removió todos los recuerdos más o menos inconscientes de esa época. Sus padres se separaron cuando él tenía sólo un año, por tanto, la posición de Saturno en el momento de separación de sus padres debía ser más o menos la misma que en el año 2009. La policía sostiene que el atentado se estuvo gestando largo tiempo, al menos desde 2009, porque fue entonces cuando compró las armas. Pero también en ese año, su hermanastra escribió a su madre expresando su preocupación por el anómalo comportamiento de Breivik, que se conducía de manera errática y pasaba casi todo el tiempo encerrado en casa obsesionado con juegos de ordenador, como si hubiera vuelto a la infancia. El tránsito de Saturno a Plutón que fue exacto en la fecha del atentado se había producido antes una vez, cuando Breivik tenía tres años de edad. Sin duda por entonces debió experimentar impulsos destructivos y desarrollar comportamientos agresivos, porque apenas un año después su madre estaba expresando su preocupación de que el niño pudiera atacar violentamente a alguien y, a pesar de su corta edad, lo percibía como si fuera un adulto peligroso. Pero sólo era un niño difícil, que desde la separación de sus padres se siente rechazado por un padre que lo abandona y una madre que le desea la muerte y trata de culpabilizarle. Después de la primera revolución de Saturno ya no se es más un niño, entonces sí era de verdad un adulto peligroso que, en su propio nombre y en el de su madre (la Luna ligada a Saturno) consumaría un ritual de venganza sobre las víctimas equivocadas cuando Saturno despertó a Plutón. 


4. Armónicos

Los armónicos nos permiten, por un lado, profundizar en la estructura de aspectos de una carta y, por otro, asistir al desenvolvimiento temporal de un juego de ciclos internos, a través de una serie de mecanismos que a cada edad nos ponen en contacto con un grupo de armónicos diferente.

Por ejemplo, es difícil que de un simple vistazo a la carta natal geocéntrica de Anders B. Breivik nos demos cuenta de que, en términos aproximados, hay 40 grados de la Luna a Plutón, 80 grados de Plutón a Venus y 40 grados de Venus a Príapo-Marte. Todos estos planetas están ligados entre sí por aspectos de la serie del 9 y, por tanto, aparecerán juntos formando un stellium en la carta del armónico 9 (figura 7).


Figura 7
Anders Behring Breivik
Armónico 9 geocéntrico

Luna-Plutón-Venus-Príapo-Marte, todos juntos en menos de cinco grados y en oposición múltiple con Lilith (verdadera) es una combinación explosiva que acumula en un mismo lugar prácticamente todo el potencial erótico, afectivo, sexual y agresivo de la carta. Esto sucede en la novena carta armónica, conocida también como Navamsa, que es la carta que la astrología védica utiliza para seleccionar el compañero o compañera matrimonial, ya que se dice que describe la pareja ideal para el nativo. Ya el solo hecho de tener la Luna en conjunción con todos esos planetas nos está indicando que la madre tenía muchas posibilidades de ser la receptora de una carga libidinosa poderosísima, pero cuando vemos que todas esas conjunciones y oposiciones se dan entre la casa X y la casa IV, que diferentes autores relacionan con la madre, esta sospecha roza la certeza. Para Breivik su pareja ideal era su madre y, en efecto, se mantuvo viviendo solo con ella hasta que fue encarcelado tras los ataques.

Pasemos ahora a la carta heliocéntrica. Al considerar los tránsitos heliocéntricos hemos cargado las tintas sobre el tránsito de Saturno a Plutón por las razones ya explicadas más arriba, pero, de todas formas, es raro que un tránsito produzca efectos de una magnitud tan considerable como los que se dieron en este caso si los planetas que intervienen en él no estaban ligados ya por aspecto en la carta natal. Aparentemente entre Saturno y Plutón heliocéntricos no hay ningún aspecto en la carta natal, por lo menos ninguno mayor. Pero el ángulo que forman no es un ángulo cualquiera. 37º 30', que es su distancia exacta, es un signo y cuarto o, dicho de otra manera, cinco veces la cuarta parte de un signo. Toda distancia angular lleva un armónico asociado, que se obtiene dividiendo 360 por esa distancia. El armónico asociado a 37º 30' es el 9,6, pero 9,6 no es un número entero. Ahora bien, la cuarta parte de un signo son 7,5 grados y 360 / 7,5 son 48, que sí es un número entero. Todas las distancias de 7º 30' o de cualquier múltiplo de esta cantidad están asociadas al armónico 48, y también a los armónicos múltiplos de 48. En el armónico 48 encontraremos, pues, una estrecha conjunción de Saturno con Plutón, pero también en el 96 y en todos los demás múltiplos de 48. El 48 es un armónico complicado, porque combina el 4, que es el armónico de las tensiones, conflictos, luchas y esfuerzos, con el 12, que indica situaciones difíciles. Y el 96 (8 por 12) es peor, si cabe, porque a lo anterior se añade un posible significado de muerte. La vinculación de Saturno y Plutón con estos armónicos puede ser la razón de que en este caso se tornaran tan peligrosos.

Que un armónico sea fraccionario representa ciertas dificultades teóricas relacionadas con las palabras, porque "armónico fraccionario" es una contradicción en los términos. Pero eso no quiere decir que los armónicos fraccionarios no sean eficaces, quiere decir tan sólo que quizás deberíamos buscarles otro nombre. Un armónico fraccionario muestra su eficacia, por ejemplo, cuando la edad de una persona coincide con el número de ese armónico. La edad de Breivik en la fecha del atentado era 32,436 años. El armónico del mismo número calculado a partir de su carta heliocéntrica se muestra en la figura 8.


Figura 8
Anders Behring Breivik
Armónico 32,43642 heliocéntrico

Estos armónicos de la edad constituyen un importante instrumento auxiliar en trabajos de prognosis o de análisis de sucesos y sirven, además, para comprobar si la hora de nacimiento con la que se trabaja está más o menos bien ajustada o no, porque los acontecimientos importantes suelen coincidir con pasos de planetas por los ángulos o las cúspides de las casas. 

En este armónico heliocéntrico de la edad vemos que abundan los aspectos tensos y que cinco planetas se sitúan a sólo unos minutos de arco de cinco cúspides diferentes y otros dos a poco más de tres grados del Ascendente. Saturno y Plutón ocupan dos ángulos de la carta, el Fondo del Cielo y el Descendente. Es interesante que Saturno esté en la cúspide de la casa IV, indicando su intención de castigar al padre, y Marte en la cúspide de la III, señalando su intención de atacar a sus hermanos. Plutón en la cúspide de la VII también expresa una confrontación directa con enemigos declarados.


5. Comentario final

Lo que he presentado aquí es tan sólo una hipótesis acerca de las motivaciones que pudieron operar desde el inconsciente de Anders Behring Breivik para llevarle a actuar del modo en que lo hizo. Aunque a veces me he expresado como si supiera que todo esto es la verdad, sólo se trataba de un recurso retórico. No tengo modo de saber lo que hay de cierto en todo esto, ni será tampoco fácil para nadie comprobarlo, porque a los contenidos del inconsciente sólo se puede acceder a través de una ardua y prolongada tarea de terapia psicoanalítica. Al menos he procurado que mis propuestas sean razonables y que concuerden, por un lado, con la información que se ha publicado sobre los hechos y sobre la persona de Anders B. Breivik y, por otro lado, con los detalles que pueden ser inferidos a partir de la información técnica suministrada por los diferentes recursos de análisis astrológico. 

© 2014, Julián García Vara


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